Nos encanta estrenar, disfrutar de las cosas nuevas en nuestro día a día. Y por ello, creíamos que ya era hora de hacer una reforma en restaurante Ramón. No han sido todas las que nos gustaría, pero sí las más necesarias a día de hoy, en cuanto a mejorar el trabajo y la estética del local.
Tras casi veinte años en activo, el pasado mes de septiembre acometimos el riesgo de cerrar casi tres semanas para llevar a cabo los trabajos de reforma. Lo más destacado sin duda, nuestra barra. Ahora reconvertida en una minimalista y elegante vinoteca donde exponemos nuestros vinos, cavas y champanes. Un elemento que, además, constituye una delimitación entre sala y cocina, capaz de acoger e insonorizar el ambiente. Es nuestro mejor escaparate, ya que, a pesar de disponer de carta de vinos como tal, a veces no está de más echar un buen vistazo a nuestra oferta.
También decidimos mejorar las instalaciones de nuestra cocina. Principalmente, el objetivo fue hacerla más espaciosa para facilitar el trabajo y la organización dentro de la misma. Con ello además, podremos agilizar las comandas y llevar a cabo más elaboraciones simultáneamente. Como en el caso de los arroces, sobre los que nos hemos volcado estos últimos meses, sin dejar de lado nuestra especialidad: los platos de cuchara.
Con la reforma en restaurante Ramón nuestra sala cambia de aspecto pero no su esencia
Y por último, otra de la reforma en restaurante Ramón a nivel estético ha sido la renovación de parte del mobiliario. Así, hemos cambiado las sillas y las lámparas de sala, aportando un toque actual y sofisticado sin resultar demasiado ostentoso. Ahora predomina una estética sobria, minimalista y relajada con la que seguimos transmitiendo nuestros valores de tradición, familiaridad y cuidado por los detalles.