En restaurante Ramón no solo nos caracteriza nuestra cocina tradicional. También nos gusta complementar nuestras recetas con fantásticas bebidas: cervezas, champanes, cavas y vinos. Hoy queremos hacer un pequeño homenaje a nuestros vinos blancos. Ya en su día, dedicamos el artículo mensual a los beneficios de la cerveza, y posteriormente del vino tinto. Este mes que comienza la época de la vendimia, haremos lo propio con las propiedades del vino blanco.
El vino blanco se obtiene de uvas de piel blanca y mosto blanco, o bien de uvas de piel tinta y mosto blanco. El común denominador y principio de todo es siempre el mosto blanco, es decir, el zumo de la uva. En el caso de los vinos blancos, la uva tras el despalillado y estrujado, se deja macerar sin las pieles muy pocas horas a baja temperatura para que no llegue a fermentar. De esta forma se obtienen vinos blancos con aromas limpios.
En España disponemos de una amplísima oferta entre los que elegir: más afrutados, florales, dulces, secos… Los más populares, verdejos, albariños y ribeiros, pero como ocurre con el tinto, la horquilla de variedades es muy extensa.
Propiedades del vino blanco; numerosos estudios lo respaldan
En cuanto a las propiedades del vino blanco, el mismo se puede elaborar con cualquier tipo de uva, por lo que no es de extrañar, que comparta beneficios con su compañero el vino tinto. Consumido con moderación, os resumimos algunas de ellas:
El vino blanco posee un elevado poder antioxidante (a pesar de no contener resveratrol, como en el caso del vino tinto) lo que se resume en una mayor protección para nuestro cerebro de desarrollar enfermedades neurodegenerativas. Esto se debe al ácido fenólico que contiene.
Consumir vino blanco te ayudará a reducir la resaca puesto que, a pesar de incluir alcohol, contiene una baja concentración química. Te ayudará a reducir la sensación de nauseas, así como el malestar general propio de esas situaciones. Pero no abuses o acabarás peor de lo que estabas.
Recientemente, una investigación de la Universidad de Leicester concluyó que beber vino blanco puede reducir hasta un 50% las probabilidades de desarrollar tumores intestinales. Al vino blanco también se le asocia como un producto que reduce el riesgo de cáncer gracias a sus compuestos antioxidantes que protegen nuestras células.
Y por último y en contra de lo que se cree mayoritariamente, el vino blanco favorece la disminución de peso. Un estudio de la Universidad de Barcelona y otro paralelo de la Universidad de Hohenheim así lo atestiguan.
Con toda esta información sobre las propiedades del vino blanco, seguro que ya te está apeteciendo una copa de vino blanco; así que ya sabes, todo con moderación para disfrutar de sus beneficios. Y un último consejo: no te limites a beber vino blanco solo con pescados y mariscos. Dependiendo de la variedad de uva, hay muchos vinos blancos que maridan excepcionalmente con carnes.